TV 3D: la nueva guerra de formatos

Revista Stuff
22/06/11
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En Stuff todos coincidimos: si lo que hay en pantalla está bien, cualquier tele 3D es un magnífico gadget. Ahora lo malo. La nueva guerra de formatos enfrenta al 3D pasivo con el 3D activo. ¿Entonces?


ACTIVO CONTRA PASIVO

Ambos sistemas 3D dependen completamente del poder de tu cerebro. En la vida diaria, tu visión binocular capta dos imágenes distintas del mismo objeto desde dos perspectivas ligeramente distintas: una desde el ángulo izquierdo, y la otra desde el derecho.   Una pantalla 3D reproduce este proceso al generar dos vistas del mismo objeto para cada ‘fotograma’ de la imagen que se muestra. Ambas tecnologías usan el fi ltro de unas gafas que intentan que cada uno de tus ojos sólo vea una de las dos imágenes en cada momento (la imagen que corresponde a cada ojo). Así, tu cerebro puede actuar como suele, al unir ambas imágenes en una sola en 3D.  

Por suerte, a diferencia de otras guerras de formatos, nadie va a terminar comiéndose una tele incompatible o un montón de inútiles reproductores de Blu-ray, porque los contenidos funcionan en ambos formatos: el 3D pasivo y el de fotogramas secuenciales a 1.080p funcionarán igual sin importar el equipo que utilices. Todo se reduce a lo siguiente...


EL CASO DEL 3D PASIVO

Está por todas partes
El 3D pasivo es, en estos momentos, la potencia dominante. Si alguna vez has visto una película en 3D en el cine o un evento deportivo en tres dimensiones en el bar de la esquina con tus gafas de plástico, lo has hecho utilizando uno de los múltiples sistemas de 3D pasivo que existen. Las emisiones en 3D están, asimismo, dominadas por la tecnología pasiva, al menos en lo que se refi ere a cómo llega la señal de imagen a tu televisor.  

Es compatible
En la versión de 3D pasivo para emisiones televisivas, cada fotograma incluye un par de vistas ‘laterales’ del mismo objeto; ambas pueden transportarse de forma simultánea a través de un sistema compatible con 1.080p. No es problema para los actuales receptores de televisión en HD y los grabadores con conexiones HDMI más antiguas ofrecen compatibilidad con 3D sin que haga falta actualizar el fi rmware. Sin embargo, si quieres disfrutar de 3D activo de alta calidad, te hará falta un sistema capaz de soportar una nueva imagen a 1.080p cada 1/120 de segundo.  

Es asequible
Lo único que le hace falta a un televisor para ser compatible con 3D pasivo es una capa que polarice las dos imágenes intercaladas de forma que cada una sólo sea visible para el cristal correspondiente de las gafas. Un juego normal de gafas polarizadas cuesta muy poco, e incluso puedes aprovechar el que te hayan dado en el cine, así que toda la familia podrá disfrutar de las suyas, y todavía os quedará suelto para comprar unas palomitas.  

La resolución no importa
De acuerdo, tiene la mitad de resolución que el 3D activo. ¿Entonces, qué pasa? Esa defi nición adicional apenas se percibe. Y hay muchos que encuentran el 3D pasivo más cómodo: las gafas son más ligeras, y no hay rastro del parpadeo que algunos espectadores detectan con las gafas de obturadores activos. También se genera menos ‘superposición’ (el desdoblamiento de imagen que afecta a tantos equipos 3D) porque ambas imágenes están permanentemente en pantalla, en vez de alternarse entre sí de forma constante. Caso abierto y cerrado.


EL CASO DEL 3D ACTIVO

Ahora sí que importa el asunto de la resolución
Si quieres conseguir la mejor calidad de imagen posible, y seguro que es así, tu alternativa es el 3D activo. Te ofrece una imagen a 1.080p para cada ojo, una cada vez. Se alternan a alta velocidad, en sincronía con los obturadores LCD instalados en las propias gafas. Cuando un obturador se enciende, bloquea la imagen para un ojo. Alternando encendido y apagado con la misma frecuencia con que lo hace la pantalla, las gafas muestran una imagen distinta a cada ojo, pero de forma tan rápida que el cerebro se convence de ver imágenes en movimiento y tres dimensiones. Por el contrario, con el 3D pasivo, el fotograma de una imagen de 1.920 x 1.080 proporciona al emisor de la señal las dos tomas necesarias. Por lo tanto, lo que ves son dos fotogramas individuales de 960 x 1.080 escalados por tu tele para crear dos imágenes a tamaño completo que pueden mostrarse al mismo tiempo. ¿Cómo va a ser bueno eso? Sí, el 3D activo es una tecnología mucho más compleja, pero se trata de la única forma de obtener una verdadera experiencia a 1.080p que le haga justicia a tus juegos y discos Blu-ray en tres dimensiones.  

No fastidia la pantalla
Los equipos activos son teles estándar a 1.080p con altas tasas de refresco de imagen (pueden mostrar una nueva imagen en 1/120 de segundo) y tecnología inalámbrica para sincronizarse con las gafas. No hace falta alterar la imagen pasiva ni fi ltros polarizadores oscuros, así que, en teoría, consigues un rendimiento inmaculado tanto en 2D como en 3D, sin problemas con los ángulos de visión.  

El resto de problemas se encuentra en un estadio inicial
Muchas de las primeras teles 3D activas padecían algo de superposición, pero el problema se ha reducido a que las tasas de refresco no son lo sufi cientemente altas, de forma que a veces la imagen anterior sigue en pantalla cuando la nueva aparece. Las tasas de refresco resultan mejores en los televisores de segunda generación y van a seguir mejorando hasta acabar con esos problemas. Y sí, es imposible emitir 3D con fotogramas secuenciales con la actual infraestructura, pero cuando la fibra óptica siembre estas tierras, todos querremos una imagen real a 1.080p para cada ojo.

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